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martes, agosto 16, 2005

De otro planeta

Las sitcoms desembarcan por primera vez con éxito en el “prime time” de la TV abierta: ¿imposición cultural o lucha por el reconocimiento?

Tres sitcoms (abreviación yanqui de “comedias de situación”, series humorísticas de media hora de duración, como Friends, That 70´s Show, etc.) han desembarcado en el horario central de la televisión abierta argentina, y liderando su franja horaria. Varios intentos ya han habido por instalar programas muy exitosos en su país – como Friends – pero fueron fracasos rotundos en nuestra pantalla: esos personajes con doblajes que los hacen parecer extraños marcianos (¿no lo serán?) hicieron que tengan un rating más respetable en los canales de cable (Sony y Warner por ejemplo). ¿Por qué ahora se miran y antes no? La primera respuesta puede llegar a ser que ahora es ahora y no ayer, pudiendo haber cambiado muchas cosas que hayan condicionado a la audiencia. Pero superando esta situación contextual –que no hay que olvidarla - está el hecho de que esta vez no son marcianos (de esos muy feos) los que representan los papeles, sino todo lo contrario: son actores argentinos, y bien reconocibles (el caso de Francella y Peña por ejemplo, esta última ya había probado el éxito con la niñera, un banco de pruebas para las sitcoms adaptadas, cuyo rating de la “versión marciana” puede ser una excepción que hace la regla – o no). Y aquí se entra en ese difícil terreno de observar si nos bombardean con el peso de la industria cultural del Norte, o si es un ejemplo más del poder de la recepción. Claro que esta polarización es una exageración y se puede adelantar que este proceso es muy complejo, y que seguramente esté compuesto por esos dos determinantes y muchos otros más. Pero se pueden destacar algunos puntos que llaman la atención para intentar ver hacia que lado se inclina la balanza.
El principal y más notorio de los puntos es el hecho de que haya actores argentinos, que hablan nuestro idioma (y no en el de Plutón) y que son bien reconocibles. Sobre esta cuestión es llamativo observar que el apellido de la familia de Francella en Casado con hijos sea “Argento”. También puede ser importante los pequeños anclajes de Quién es el jefe?, como las remeras con el escudo de un club de fútbol de nuestro país: hay que hacer fuerza para acercar moldes marcianos a personajes latinoamericanos. Otro de los puntos que llaman la atención es que la sitcom mejor posi-cionada es justamente una realización nacional (y Cris Morena la pegó otra vez…), Amor mío, copiando el formato, y agregándole una cuota más de melo-drama, que pareciera seguir siendo con lo que nos sentimos más cómodos, con lo que nos sentimos más nosotros.
Pero tampoco se puede obviar el hecho de que aunque sean adaptaciones, la estructura es la de la sitcoms yanquis, que no revelan ni muestran una gota de la realidad social, en la que el mundo pasa sólo por ese único decorado en el que transcurren las historias. Tampoco hay que olvidar que dos de esas series originales son de hace bastante más de diez años… ¿es lo que creen los productores que estamos atrás? A través del humor y del melodrama nos encontramos (y no sólo aquí, el éxito de este formato en Argentina promovió proyectos similares en todo Latinoamérica), pero es una delgada línea la que separa este intento de reconocimiento, esta pequeñísima muestra de poder desde la audiencia, de una trivialidad y una ahistoricidad que pueden ser bastante dañinas. En esas historias hay algo nuestro, algo al menos que muchos quieren ver, pero también hay mucho que no lo es, y sigue siendo una forma de mostrar, una forma de decir que no nació aquí, y que está luchando con nuestra propia forma de decir, y se ven bastante claros algunos La versión argentina resultados de esta tensión. Hay mucho que nos es impuesto, y mucho que imponemos, todo atravesado por complejos condicionamientos sociales. A veces parecen ofrecernos realidades de otros planetas, pero esta realidad la vivimos acá, y parece que al menos no estamos dispuestos a que los marcianos se hagan pasar por nosotros. Argentina, Latinoamérica, queda acá, en el Planeta Tierra.